«Esta novela reúne varios requisitos para pasar varias horas entretenidas: dos chicas de un barrio madrileño que son policías y dos médicos escoceses adinerados que se conocen después de un operativo especial. Si a eso le añadimos una madre estirada que se cree Dios vestida de Chanel y una abuela con su mejor amiga que son la caña, ya tenemos el cóctel perfecto para divertirnos.
Fue un beso tonto es una mezcla de pasión, amor, celos, traiciones, risas, misiones encubiertas y mucho más.
La diversión está asegurada con este nuevo trabajo de Megan Maxwell.»
Nuria Casás (Románticas al horizonte).
Fue un beso tonto es una mezcla de pasión, amor, celos, traiciones, risas, misiones encubiertas y mucho más.
La diversión está asegurada con este nuevo trabajo de Megan Maxwell.»
Nuria Casás (Románticas al horizonte).
Después de hacerle la entrevista a Megan me dije: Julia ¡¡tienes que comprar este libro YA!! Y el día 7 de enero, allá que fui, a la librería Bertrand a hacerme con uno de los muchos ejemplares que estaban expuestos, MUY EXPUESTOS, a la vista de todos, en el apdo de novelas de humor. y desde luego, humor tiene para dar y vender. La experiencia de leerlo (casi de 1 sentada esa misma noche... en realidad tardé sólo unas 30 horas, calculo... ; )) es como zambullirte en pleno mes de julio en una piscina: ¡¡¡refrescante!!! Todo un gustazo.
A pesar de que me vengan diciendo por aquí y por allá que un libro es bueno, malo o regular, yo prefiero juzgar por mí misma porque para gustos hay colores, y hablando de colores, yo soy más rarita que un perro verde... Sin embargo, repito, la experiencia con Fue un beso tonto sólo la puedo calificar de GRATIFICANTE. Casi adictiva... lo cual es un riesgo en estos momentos; quiero decir que ahora quiero más libros de Megan porque si los demás son como éste, voy a disfrutar como una enana en un circo ; D
Los personajes, en general, resultan adorables... sobre todo esa abuela cachonda mental y su muy mejor amiga, Maruja. Me ha hecho echar de menos tener una abuela... y mira que yo no soy nostálgica familiar ni nada de eso, pero todos deberíamos tener una Pepa en nuestra vida para dar luz y color, que diría Marisol. Entrañable la pequeña Luna que aporta el toque de ternura que la novela necesita para calar hondo en los corazones de los lectores. Del hombre, o sea Alex, no diré nada porque 1. Es el típico galán de novela. 2. No es mi tipo... Pero como él bebe los vientos por Olga, pues casi mejor que no, que si no me ataca la frustración y la tengo que curar a base de chocolate.
Pero una crítica no es crítica si no se apuntan algunas cosillas en contra: casi todas se podrían resumir en una: Demasiada ordinariez por parte de Olga y su amiga. En el lenguaje sobre todo. Te contaré un secreto, Megan: hablar bien no te convierte en una pija insoportable, no sufras. Puedes tener un vocabulario exquisito y seguir siendo una persona encantadora y humilde. Yo sé que mucha gente tiene miedo a mostrar cortesía o modales refinados porque cree que es de pijos, de niños de papá. Pero lo cortés no quita lo valiente; usar un lenguaje educado es siempre de agradecer. Soltar tacos a diestro y siniestro y de manera gratuita es una ordinariez que no aporta simpatía, y no necesariamente es sinónimo de honestidad o sinceridad. Y otra cosa, ya sé que son policías, que el trabajo es duro, que se enfrentan a actitudes machistas vomitivas... pero esas situaciones no se resuelven gritando ni soltando tacos. Lo mismo es cosa de Madrid; yo tenía una amiga que le pasaba justamente eso: tenía tanto miedo de parecerse a la hipócrita de su madre que se me iba al otro extremo y me soltaba ordinarieces sin parar. Eso es feo. Que sí, que Perla y Sabrina son unas "joyitas", y nadie quiere parecerse a ellas. Pero no es tanto una cuestión de lenguaje como de actitudes. Lo que hace a Perla y a Sabrina insoportables no es ni su buena crianza ni su léxico cuidado ni su tono pijo, es su manera de ver la vida, de mirar a los demás y juzgarlos. La buena educación y los buenos modales no son patrimonio exclusivo de pijos de colegio privado. Dios sabe que mi colegio fue cualquier cosa menos privado y de pago ¡! Pero si uno quiere ser educado puede serlo aunque viva en Lavapiés o Vallecas. Y corto el rollo: de hecho, esto es lo único que, a mi humilde parecer, desmerece un tanto la novela. Pero en definitiva, la última palabra es tuya, y supongo también que tus razones habrás tenido para poner en sus bocas esas palabras en ese lenguaje.
Excepto eso, no tengo más que objetar. La novela se lee sin apenas tregua, van volando los capítulos y a cada página aumenta el deseo de saber más y más. Eso es lo importante: atrapar al lector en una red de pasiones y emoción y conseguir retenerlo hasta la última página. En ese sentido, te doy mi más sincera enhorabuena. YA ESTOY ESPERANDO LAS SIGUIENTES...
FUE UN BESO TONTOMEGAN MAXWELL. 2010
VERSATIL
394 PÁGINAS
ISBN: 978-84-92929-22-1
Muchas gracias guapetona por tu estupenda critica. Me encanta saber que te lo has leído de una sentada y sobre todo que te ha gustado.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que dices sobre el modo de hablar de ellas, te entiendo(yo no hablo así...ufff... mi madre me mataría...jajaja) pero los personajes me lo pedian y yo simplemente les he dado el gusto de poner lo que ellas querían.
Por lo tanto MIL BESAZOS Y MUCHAS GRACIAS POR TU ESTUPENDA CRITICA.
BESAZOS