Lo sé, lo sé, lo sé: llevo casi 1 mes sin pasarme por acá. I'm soooooooooooorrrrrrrrrry! Lo siento; de veras que lo siento, pero los que me conocen saben que estoy de exámenes en la facultad, que me queda el último, mañana... y que después de subir un par de reseñas pendientes y alguna que otra entrevista también pendiente desde no se sabe cuándo, el blog entrará en hibernación. ¿Por qué? Pues ¿por qué va a ser? Debido a mis dos próximas novelas. Son históricas, así que los que conocen el paño ya saben lo laborioso que es este género, sobre todo si 1) es la primera vez que te metes de cabeza en él y 2) como eres historiadora (o lo intentas), eres asquerosamente exigente porque sabes que tu público también lo va a ser y no se va a tragar cualquier cosa que le echen... De una historiadora no. Que sí, que la ficción es ficción y no tesis doctoral, pero una tiene la mala costumbre de exigirse la perfección (o lo más próximo a ella) y sus dos próximos proyectos --permitidme que los califique de apassssionantes-- le van a absorber las 30 horas que tiene el día... Que no tiene 30, que son 24 sólo, ¡pues peor me lo ponéis!
Así que, mis queridos seguidores, os pido paciencia. Sabré recompensaros. Y para que la espera no se haga tan laaaarga, confío, anhelo, sueño con que podamos ver Lealtades Enfrentadas en las librerías antes del próximo Sant Jordi ; D