«Norah y Nube Perfumada congeniaron a las mil maravillas. Ambas tenían en común el elemento más aglutinante de cuantos pueden darse entre dos personas: el sufrimiento. Ni siquiera el amor une tanto como el hecho de haber padecido alguna clase de vejación moral o física. Y, aunque de distinta manera y por diferentes circunstancias, las dos habían sido humilladas. No en vano, detrás de la Norah reina de los bailes del Hotel Majestic, se escondía una joven judía indefensa sujeta al albur del destino. Primero se había quedado huérfana en una tierra que no era la suya, luego se había visto obligada a huir de Alemania en compañía del socio de su padre convertido en su marido, para acabar finalmente encerrada en un gueto controlado por el Ejército Imperial Japonés. El caso de Nube Perfumada era aún más sangrante. No sólo había tenido que ejercer de “mujer confort”, sino que encima había sido obligada a comerse a una compañera.»
Ya llevaba yo meses deseando hincarle el diente a esta novela; cuando finalmente lo he hecho he sentido una mezcla de satisfacción y amargura. Satisfacción porque es una excelente novela que recomiendo a cualquier lector, y especialmente a aquéllos que les guste la historia y cultura chinas. Amargura porque después de leer el último párrafo descubrí que no hemos avanzado nada, que seguimos siendo igual de cafres que en el Paleolítico; tenemos armas más sofisticadas y llenamos nuestras pobres vidas de chucherías electrónicas a la última, pero caminamos en círculos (viciosos), y no ha cambiado apenas nada desde aquella vida primitiva desarrollada a orillas de lago Turkana hace 12.000 años...
Pese a todo, y teniendo en cuenta que tampoco era de esperar que nuestra triste humanidad mejorara, seguimos viendo "pequeños héroes" en nuestra vida cotidiana, personas ordinarias con capacidades extraordinarias; capaces de alcanzar lo más sublime y caer en lo más abyecto. No diré que esta novela me haya descubierto nada nuevo... aparte de ciertos detalles concretos sobre la invasión de China por parte de las tropas japonesas, la lucha por el triunfo del comunismo, y el omnipresente abuso de poder por parte de las autoridades gobernantes.
Especialmente emotiva y cautivadora es la historia de las dos protagonistas: Norah y Nube Perfumada; con episodios de un dramatismo mayúsculo en lo mejor y en lo peor. En cuanto a la narración: soberbia, cuidada, meticulosa; una imagen sin parangón del Shanghai de los años 40, con toda su fascinate decadencia. NO SE LA PIERDAN.
Premio de Novela Fernando Lara 2008
EL JUDÍO DE SHANGHAI
EMILIO CALDERÓN. 2008
EDITORIAL PLANETA
330 PÁGINAS
ISBN: 978-84-08-08151-7