Hola... Como sabéis, a principios de este año conocí a una nueva autora: Mònica Esbert; como a los escritores nos gusta, de tanto en tanto, encontrarnos y hablar, el otro día tuve una charla con esta estupenda mujer, y me pasó dos libros. He empezado con este porque es más breve; más adelante leeré el siguiente.
Pero a lo que vamos, para los que no sepáis catalán, la traducción sería más o menos "Otoño de verano", aunque ésto debería consultarlo con ella, porque probablemente encontraría una traducción más idónea.
Sé que suena un tanto contradictorio; de entrada es el título de un cuadro de tintes oscuros y pesimistas. La protagonista de la historia es una licenciada en Bellas Artes con un pasado abrumador a sus espaldas y una natural inclinación a visitar exposiciones de arte. En una de ellas encontrará a un enigmático personaje con el que iniciará una sorprendente conversación en la que desnudará parte de su alma.
A pesar de la brevedad es una gran novela; todos sabemos que una gran extensión no es por fuerza sinónimo de calidad narrativa; a veces en las pequeñas historias se esconde un gran tesoro. En esta novela encontramos preguntas interesantes que a veces no tienen respuesta... y otras sí. También los eternos temas que angustian al hombre. Y un final... No, no; para saber el final, tenéis que leerla...
Como ocurrió con El silenci sota l'aigua, la autora sabe encontrar las palabras precisas para cautivar al lector sin caer en la pedantería de las palabras rimbombantes. Os lo recomiendo. Si os interesa la autora, os pasaré, cuando lo tenga, el enlace de su blog.