Anna es una mujer de cuarenta años que regresa a su casa familiar después de dos décadas de ausencia junto a sus dos hijos adolescentes. Un lugar donde había prometido no volver y que le hará enfrentarse a los recuerdos, viejos fantasmas y a su pasado.
Allí se reencuentra con su padre, un hombre de pocas palabras que la recibe con excesiva frialdad.
Conoce a Albert en la playa, un apuesto odontólogo con el que inicia una relación de amistad y del que jura no enamorarse.
Una tarde Anna descubre un gran secreto y ve cómo su vida se desmorona de nuevo.
Está llena de dolor e inseguridad, de frustración y debilidad, pero ¿será capaz de mirar al pasado, de llegar al perdón, comprender y reencontrarse a sí misma…?
Anna Rubio es joven y atractiva, pero arrastra tras de sí una triste historia de mentiras, secretos y fracasos. El culpable de buena parte de ello es su padre: un hombre estricto, rígido, exigente y muy, muy formal. Anna fue criada en un ambiente opresivo, lleno de normas, y con un sentido muy acusado de lo que era correcto y lo que no. En contraste, su amiga Mónica Santos creció en un entorno cariñoso, solícito y liberal. Anna y Mónica se conocieron en la escuela y, sorprendentemente y a pesar de los años y la distancia, no perdieron el contacto. Cuando Anna regresa a la casa de su padre, descubre que pocas cosas han cambiado en él… ha vuelto a casarse, eso sí, con una mujer, Elisa, paradigma de bondad, sencillez y encanto.
Pero Anna no vuelve sola, con ella también regresan sus hijos: unos adolescentes malcriados acostumbrados al ambiente de Madrid y que, al principio, soportan la estancia en casa de su abuelo como un mal menor… pero cuando Anna conoce a Albert, todo cambia…
Una gran historia y una gran novela; quizá su mayor mérito sea que atrapa al lector de inmediato, desde la primera página y no lo suelta hasta el final… Una historia donde los personajes sostienen el mayor peso, pues al ser intimista y fundamentalmente urbana, entendiendo por esto que no nos transporta a países y culturas exóticos, la creación de los personajes y de sus vivencias cotidianas es muy importante.
Como importante es también los ritmos que establece la autora, el modo en que mezcla datos del presente y del pasado de la protagonista; la creación del personaje de Albert también es muy acertada. Sin duda alguna, este hombre está llamado a ser el complemento perfecto de Anna… siempre y cuando ella esté dispuesta a olvidar su fracaso matrimonial y liberarse de la culpa que la atenaza. Son muchos los temas que Helena toca en esta novela, y lo hace con una sagacidad y madurez extraordinaria.
Una extraordinaria historia de amor y perdón. No os la perdáis.
Opino igual que tu, me gusto mucho la novela sobre todo porque se lee en un suspiro y atrapa.
ResponderEliminarUn saludo!
Dácil