Emily Walcott es una jovencita voluntariosa y temperamental, así como una hija obediente y dispuesta a acatar el futuro que sus padres han decidido para ella. Su vida en Sheridan transcurre plácidamente entre la herrería de su padre y los libros de veterinaria, carrera a la que dedica toda su pasión. Charles, amigo de la infancia y futuro esposo, no parece despertar en ella más que un sentimiento de afecto fraternal. Tom Jeffcoat, un joven emprendedor y apuesto, llega a la población con el fin de instalar una herrería, convirtiéndose así en competidor del señor Walcott. Su sola presencia provoca en Emily verdadero fastidio. Ambos librarán una feroz batalla en la que el rechazo acabará dando lugar a una pasión desenfrenada que les arrojará a un abismo insondable. Tan insondable como sus propios sentimientos.
Siempre que entro a mirar libros soy un peligro público; desde luego, lo que es mi bolsillo (o mi Visa, para el caso es lo mismo) se pone a temblar. De buenas ganas me llevaría la mitad de la tienda. No puedo. Sniff, sniff... Elegir es duro, difícil, a veces casi imposible (lo comprobé este sábado), y a veces, como por casualidad, descubres un autor nuevo.
Este año podría muy bien definirlo como el año (literariamente, claro) más romántico de toda mi vida. Y ha habido años románticos, no os vayáis a pensar. Pero éste 2009 se lleva la palma.
¿Por qué? Pues porque he descubierto, por lo menos a diez o doce escritoras magníficas... Lo siento, no hay hombres en esta lista... Tampoco es de extrañar, muy pocos, con o, son los que se atreven hoy día a escribir algo con visos de romanticismo. El único que yo conozco es Nicholas Sparks, y es extranjero, americano, creo... Eso lo dice todo. A ver, españolitos, si os ponéis las pilas y escribís algo que no sea sólo terror y suspense...
A lo que iba, elegir es duro, sobre todo en un año así, donde todas las novelas que veo (o al menos el 95 %) me dicen "llévame, llévame, llévame a casa...". Y de pronto un día pillé ésta que os comento hoy.
A primera vista no parece nada del otro mundo (mal trabajo por parte de la editorial de no poner una sinopsis más atrayente); pero yo, que siempre voy más allá, lo compré de todos modos; si no lees, no puedes criticar ninguna obra. Afortunadamente la escritora me atrapó desde la primera página, y no sólo eso, sino que me fue envolviendo en una dulce tela de araña de la que no pude salir hasta la última página. No tiene nada de especial, salvo el poder de emocionar al lector; y no es cualquier cosa eso hoy día. A diario nos tropezamos con gente que intenta desesperadamente emocionarnos, manipular nuestros sentimientos, hacernos cómplices de sus historias (tragedias); después de toda esa avalancha de pequeñas y no tan pequeñas manipulaciones a la que nos vemos sometidos día tras día, creemos que lo hemos visto todo, que ya nada nos puede sorprender, ni conmover, ni arrancarnos una lagrimita.
Bien, ya os aseguro que esta mujer norteamericana arranca unas cuantas lagrimitas, transmite pasión en cada línea y en cada palabra que pone sobre el papel; sus personajes son muy reales y los describe maravillosamente (cosa que yo nunca he sabido hacer del todo bien); te parece que si levantas los ojos de la lectura podrías tropezarte con la mirada de Emily y de Tom... Es algo mágico.
Lo malo (o lo bueno) de descubrir un autor nuevo, sobre todo si te ha enganchado... es que luego tienes que hacerte con toda su bibliografía... y ¡ay de ti si es un autor prolífico (yo tengo más de 50 novelas de Danielle Steel...)! No diré que todas sean buenas... pero es difícil que si te ha gustado su estilo y su manera de expresarse, puedas quedar decepcionada.
Lo dicho, es una gran autora; para las que os guste la romántica la recomiendo. En estos tiempos de crisis, cualquier forma de evasión de la realidad es bienvenida.
PROMESAS
LAVYRLE SPENCER. 1988
EDICIONES B/ZETA
478 PÁGINAS
ISBN: 978-84-9872-093-8
LAVYRLE SPENCER. 1988
EDICIONES B/ZETA
478 PÁGINAS
ISBN: 978-84-9872-093-8
Pues gracias por la recomendación, Jules. La tendremos en cuenta, aunque me ha hecho gracia lo de "llévame, llévame...". No veas cómo me suena eso, y cuántos son ya los que han caído en la red.. Un abrazo.
ResponderEliminarLo de los hombres era una broma, y espero que ninguno se lo tome a mal. Entiendo que a vosotros os va más otro tipo de género, aunque supongo que hay de todo; una vez leí una novela en la que uno de los personajes había estado diez años escribiendo novelas románticas bajo pseudónimo... y era un hombre. Pero cuando hay que comer... se hace lo que sea. Sin manías. Me he pasado varias veces por tu blog y voy dejando comentarios. Es muy interesante y engancha mucho, jajaja. Ahora me pasaré de nuevo. Y te reitero la petición de que me envíes algo de lo que escribes; me gustaría mucho leerlo. Un beso.
ResponderEliminar