Kerien McFalcon es un poderoso y valiente Laird de Las Tierras Altas que guarda un oscuro y vergonzoso secreto en su pasado. Se siente torturado por la traición y abrumado por los remordimientos. Ha sido repudiado por su padre y denigrado en sus sentimientos masculinos por la actuación de una mujer. Kerien sufre una maldición difícil de sobrellevar.
Tras la traición de la que ha sido objeto años atrás, se jura a sí mismo que jamás volverá a confiar en una mujer ni en sus pérfidas maquinaciones. Ni puede, ni desea volver a amarlas.
Cuando el rey de Escocia, Guillermo McAtholl, lo envía a él y a tres de sus hombres al reino de Castilla en busca de su hija, Kerien trata de rehuir la orden de todas las formas posibles, pero Guillermo se muestra férreo en su empeño de que traiga a su lado a su hija sana y salva en todos los sentidos. Kerien, finalmente, acepta la orden de su rey.
Su llegada a Castilla lo sumerge en una vorágine de intrigas pues el príncipe Juan desea a la castellana muerta, y ya ha mandado a sus secuaces de Toledo. Kerien descubrirá en ese viaje el poder persuasorio del amor y su incapacidad de controlar los sentimientos que le despierta la hechicera de ojos misteriosos. La batalla de sentimientos encontrados ha comenzado.
Tras la traición de la que ha sido objeto años atrás, se jura a sí mismo que jamás volverá a confiar en una mujer ni en sus pérfidas maquinaciones. Ni puede, ni desea volver a amarlas.
Cuando el rey de Escocia, Guillermo McAtholl, lo envía a él y a tres de sus hombres al reino de Castilla en busca de su hija, Kerien trata de rehuir la orden de todas las formas posibles, pero Guillermo se muestra férreo en su empeño de que traiga a su lado a su hija sana y salva en todos los sentidos. Kerien, finalmente, acepta la orden de su rey.
Su llegada a Castilla lo sumerge en una vorágine de intrigas pues el príncipe Juan desea a la castellana muerta, y ya ha mandado a sus secuaces de Toledo. Kerien descubrirá en ese viaje el poder persuasorio del amor y su incapacidad de controlar los sentimientos que le despierta la hechicera de ojos misteriosos. La batalla de sentimientos encontrados ha comenzado.
Siempre es un placer leer un libro de Arlette; si me conquistó con sus "Espinas", éste maravilloso relato ambientado en Escocia ha hecho mis delicias durante dos tardes. Y digo sólo 2 tardes porque me enganché de tal modo que no podía soltarlo, y así, hasta las 0.00h del día siguiente. Es un poquito peligroso este tipo de libros que te atrapan en una espiral de intriga: quiero más, quiero más, quiero más.
Como siempre, felicitaciones a la autora por la rigurosísima y preciosista ambientación histórica, que no tiene parangón en ninguna otra novela que haya leído hasta entonces. Gracias por haber hecho aparecer a la gran Leonor de Aquitania, uno de mis personajes femeninos históricos favoritos (después de María Tudor); por esa trama tan compleja y tan bien llevada que revela un esfuerzo que merece ser premiado y recompensado con creces.
Los personajes: deliciosos; siempre me gustan más los personajes masculinos que los femeninos en este tipo de historias. No sabría decir por qué.
Y sé que debería criticar algo... pero es que aquí, y lo siento mucho, no tengo nada negativo que criticar. Todo es sencillamente genial. Sólo me queda recomendárosla a los pocos despistadillos que aún no la tenéis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este blog es mi hog@r. Si entras, serás muy bienvenid@; si te gusta lo que escribo, deja comentario. Tus comentarios y sugerencias me ayudan a mejorar. Gracias por tu visita.