"Mantendrá al lector al borde de un colapso. La trama no le dejará descansar ni tomar un respiro. En el afán por saber quién se esconde tras la identidad de "el verdugo de Hollywood", el lector se olvidará de comer y de dormir." Románticas al Horizonte".
Un asesino en serie apodado "el verdugo de Hollywood" tiene en jaque a toda la policía de Los Ángeles. Ya se ha cobrado tres víctimas y una cuarta mujer ha desaparecido; todo apunta a que vuelve a ser él el responsable de su desaparición. Todas son jóvenes, todas chicas muy atractivas y... actrices. ¿Coincidencia?
El detective de homicidios Max Craven, encargado de la investigación, aún no tiene pruebas ni fiables ni concluyentes, pero su instinto le dice que alguna conexión más debe de haber entre todas las víctimas... aparte de la obvia. Alguien de dentro del mundillo del cine se está aprovechando de esa conexión para perpetrar los horribles crímenes que lleva a cabo con cada una de las mujeres; la pregunta es quién. Los listados que se han elaborado para cada una de ellas y que contienen la lista de amigos, familiares y compañeros de trabajo no arrojan ninguna luz. Ningún nombre coincide. Max sabe que hay más de un gato encerrado y una coincidencia afortunada ha puesto en su camino a Jodie Graham, una actriz cuya vida ya estuvo una vez en peligro y la responsable de que la policía diese con unas pruebas que han vuelto el caso aún más escalofriante.
No me gustan las novelas de Mar Carrión... No, no me pongáis esa cara, que os veo venir... aún no he acabado. No me gustan las novelas de Mar porque siempre, SIEMPRE, me dejan con ganas de más. De mucho más. Porque leer a esta mujer es... joder!!!! Peor que el chocolate, que por mucho que comas, siempre te quedas con hambre. Vaaaaaaale, llegados a este punto reconozco que soy una insaciable cuando se trata de novelas buenas. Sí, buenas. Digo más: MUY BUENAS.
He tardado mucho en hacer esta reseña (mil disculpas a la autora), lo que significa que nada de lo que diga aquí y ahora será una sorpresa para las lectoras. Si digo que se ha superado con creces en esta novela, no diré nada que no sepáis ya. Pero puedo añadir que soy muy feliz de poder disfrutar de la amistad y las novelas de una escritora que evoluciona favorablemente día tras día. Una evolución en positivo que siempre considero natural en cualquier profesional, y en los escritores con más razón.
¿Qué me ha aportado esta novela? Ganas de seguir escribiendo, ¡fíjate tú! A mi el éxito ajeno, sobre todo el de mis colegas, me estimula muchísimo. Y éste es, además, un éxito más que merecido. Me ha hecho vibrar, me ha hecho sentir, me ha hecho llorar, me ha hecho reír. Y sí, caray, ¿puedo confesarlo? Sí, he pasado miedo del bueno en algunas de las escenas. ¡Qué escenas...! De ponerle a una los pelos de punta. Algún día me contarás el secreto, Mar, para escribir novelas de suspense que no den tregua, que tengan al espectador con el alma en vilo, ansioso y expectante. Y bueno, no voy a desvelar nada importante en cuanto a la identidad del asesino, sólo diré que me quedé a cuadros cuando lo descubrí, ¡casi me caigo de la cama = casi me mato...! ¡Queeeeeeé fueeeeeeeeeerteeeee! Pero qué genial al mismo tiempo, ¡y mira que barajaba nombres... pero es que me quedé muda cuando leí el verdadero! Hay que ver qué bien se le da a Mar guardarse ases en la manga hasta el último minuto... Y no me refiero sólo a la identidad del criminal, sino tambien a unos personajillos que aparecen cuando menos te lo esperas y que también te dejan boquiabierta.
De los protagonistas, ¿qué decir? Reencontrarme con Jodie y con Megan después de Decisiones arriesgadas es todo un placer, ¡qué bien me caen estas dos chicas! La historia de Max y Jacob es el colmo de la ternura, el contrapunto a una historia que al principio se presenta más negra que rosa. Me gusta mucho cómo has tratado el tema de la custodia del pequeño, el tema del maltrato y otros tantos temas paralelos que demuestran que detrás de cualquier historia de suspense hay muchas historias paralelas, porque las historias las hacemos las personas, y cada persona es un mundo. Y eso enriquece muchísimo cualquier novela que escribamos (digo esto en plural porque yo también escribo).
Y por último, he encontrado unos nombres femeninos que me han resultado muy familiares, jajajajaja, supongo que es simple coincidencia... Pero me ha gustado mucho ;-)